En nuestra sociedad actual, la perseverancia es una cualidad que a menudo pasa desapercibida, especialmente entre los jóvenes. Es común enfocarse en el éxito instantáneo y las soluciones rápidas. Supongo que este efecto se incrementa derivado de la inmediatez de las redes sociales y de los servicios on-demand.
En innumerables entrevistas con altos ejecutivos o grandes deportistas, podemos encontrar algunas constantes sobre la fuente del éxito:
- El éxito está lleno de obstáculos y desafíos.
- El apoyo de tu círculo cercano es importante.
- El éxito no se alcanza a la primera oportunidad.
Con todo lo anterior, podemos concluir que la perseverancia es una cualidad en común.
Sin embargo, en una cultura obsesionada con la gratificación instantánea, la idea de trabajar duro y perseverar a pesar de los contratiempos a menudo se pasa por alto.
Con mi hijo, tanto su madre como yo, constantenemete le recordamos lo importante de cambiar esta mentalidad.
Lo veo también con mis alumnos, buscando siempre la forma más fácil y rápida de lograr algún objetivo, cuando esas dos características suelen no combinarse en la realidad.
Alentemos a las personas jóvenes a cultivar la perseverancia como una habilidad fundamental en su viaje hacia el éxito. Con determinación, resistencia y una actitud de no rendirse, pueden superar sus obstáculos y lograr sus sueños más ambiciosos.